La apitoxina es el veneno segregado por las abejas obreras, la investigación científica demuestra que tiene efectos sobre diversas enfermedades, el rango es muy amplio, desde el estrés hasta la artrosis. El paciente mejora en un 80% inmediatamente después de su uso. Una vez que la apitoxina ingresa al cuerpo, producirá de forma permanente cortisol natural, lo que ayudará a mejorar la salud del paciente al lidiar directamente con las molestias causadas por la misma patología.